viernes, 21 de diciembre de 2012

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Educación Positiva: Parar en tiempos acelerados.

Quizá te sientas identificado
“Somos padres de dos hijos, nos preocupa no estar el tiempo suficiente con ellos, no atenderles como quisiéramos. Cuando estamos con ellos casi siempre nos encontramos cansados, con las tareas de casa aún pendientes, los niños tienen que hacer los deberes, se hace tarde, ya hay que preparar la cena, estoy inquieta porque aún no he podido poner la lavadora ni preparar la ropa para mañana. Los niños tienen que bañarse. Y así todos los días, sentimos que el corazón se acelera, nos agobiamos, pero pensamos que no pasa nada, creemos que es normal estar así, todos vamos igual, somos padres acelerados, sin tiempo……..”.  

Puede ser una visión algo exagerada, o no, de un día normal en una familia. Si queremos funcionar en nuestra familia desde la educación positiva, es necesario que tengamos un espacio y tiempo para parar, sentarnos, coger aire, y respirar, solos, en un ambiente tranquilo. Parar y coger fuerzas. Priorizar las “necesidades y obligaciones” que nos rodean, unas obviamente ineludibles, otras que sí podemos posponer o incluso olvidar. El estrés diario por diferentes de motivos, el temor por nuestra situación económica y laboral, a veces, sin darnos cuenta, nos acelera. En este sentido los padres, como primeros y principales educadores de nuestros hijos, tenemos una misión: parar nuestras familias aceleradas.

Magdalena Jabazin
Psicóloga
Co-Directora crezer




miércoles, 5 de diciembre de 2012

Educando en el "NO"

En crezer apostamos por la Educación orientada a cubrir las  necesidades genuinas de niños y adolescentes, tanto materiales, e intelectuales, como afectivas y emocionales. ¿Esto significa decirles a todo que “SI”, permitírselo y dárselo todo, no negarles nunca nada? Obviamente no. 

Aprender y aceptar que no podemos tener o ser todo lo que quisiéramos es también una necesidad. Por ello es primordial que acompañemos a nuestros hijos o alumnos en la difícil tarea de aceptación ante el  “no”.

¿Y cómo podemos hacerlo?

Proponemos una educación donde sea prioritaria la relación afectiva, cálida, con presencia, amor, respeto, y desde ahí, poder dar o satisfacer, y también establecer los límites necesarios, manteniendo la ternura y el respeto. De esta manera educamos en la satisfacción y también en la aceptación de que “no todo se puede”.

Limitar, por tanto, lo entendemos como un acto educativo, un acto de amor.

Rocío Molina
Psicóloga
Co-Directora crezer